miércoles, 10 de octubre de 2007

Para las Familias

En el Límite: Reconocer nuestras necesidades especiales
En el límite entre poder y no poder interactuar, de manera funcional, en la escuela, en la familia y en su grupo social, los niños y jóvenes con discapacidad intelectual leve viven una condición a veces muy difícil de afrontar.
Cuando la discapacidad es obvia, el diagnóstico es temprano y la aceptación es un reto urgente; cuando la discapacidad es leve se enmascara y la negación es terreno pantanoso para profesionales, padres y, por lo tanto, para el mismo niño con discapacidad.
El maestro Adalberto Santamaría tiene una larga trayectoria en la integración educativa. Su experiencia, ofreciendo apoyos específicos a niños y jóvenes con discapacidad intelectual leve y moderada y a sus familias, le permite afirmar: "es fundamental partir de un diagnóstico claro, pero éste ya no consiste, simplemente, en pruebas psicométricas que permitan medir el coeficiente intelectual. La nueva definición de discapacidad intelectual nos remite a una forma de diagnóstico más compleja pero mucho más objetiva, en la que no sólo se valoran las limitaciones del chico en determinadas áreas cognitivas, sino se busca evaluar cuáles son sus verdaderas capacidades, comprender cuáles son sus áreas altas de funcionamiento y cuáles las bajas, en diferentes rubros. Necesitamos conocer al niño en su interacción y nivel de funcionamiento dentro del contexto educativo y social en el que está ubicado, para valorar los retos que éste le presenta.
"Lo más importante de un diagnóstico así, es que nos permite ir más allá de un puntaje numérico, que sólo sirve para estigmatizar al niño y que muchas veces hace que los propios maestros piensen: 'sólo le voy a enseñar estos contenidos porque no va a poder con más'. El diagnóstico, hecho a partir del nuevo paradigma, es una base mucho más eficiente, sirve para generar un perfil de apoyos que responde a las necesidades específicas del alumno, en el contexto educativo y familiar en el que se desarrolla y que nos permite lograr aprendizajes significativos y funcionales para que el niño crezca en autonomía."Desafortunadamente, hay un tabú tremendo sobre la discapacidad intelectual - dice Santamaría. Los padres le tienen temor por la confrontación social tan fuerte que implica el término.